El uso de atenuadores: derribando mitos
Por Eric Jacobs (*)
En este artículo te contamos todo lo que tenés que saber, ventajas y desventajas del uso de los distintos tipos de atenuadores.
Los equipos de guitarra típicos van de 15 a 100 watts. Hay de menor o mayor potencia también, pero el rango más popular está en el orden de 30 a 40 watts.
La deseada saturación de la potencia
Muchos quieren lograr el hermoso sonido que produce la etapa de salida en llamas, es decir saturación de la etapa de potencia. Eso sólo puede lograrse en un valvular subiendo el volumen.
Los equipos con Master no saturan la etapa de potencia, lo hacen en alguna etapa previa, al igual que los multicanales que saturan en el pre. El contenido armónico de esas saturaciones es distinto a saturar la etapa de potencia. Esto se debe a varios factores, pero fundamentalmente tiene que ver con la estrecha relación entre las válvulas de salida, el transformador de salida y el parlante. Esa ecuación produce la magia, y cualquier elemento que se interponga, altera el contenido armónico o sea el «tono».
Equipos con selección de potencia de salida
En muchos equipos viene una llave que permite bajar la potencia a la mitad: por ejemplo de 100 a 50 watts ó 50 a 25 watts. Pero esa reducción a la mitad en la potencia sólo produce 3 dB de reducción en la presión sonora o sea en el volumen que percibimos.
Los parlantes también juegan
Esa SPL (presión sonora o volumen) depende por partes iguales de la potencia del equipo y de la sensibilidad de los parlantes. Esto significa que puede sonar más fuerte un equipo de menor potencia con parlantes más sensibles que otro equipo de mayor potencia.
Reduciendo la potencia a la mitad y la cantidad de parlantes a la mitad podemos bajar 6dB, pero va a existir algún sacrificio tonal.
La realidad es que debido a la característica logarítmica del oído, para bajar el volumen a la mitad hay que reducir 10dB. Esto equivale pasar de un equipo de 100 watts a uno de 10 watts. Y muchas veces el requerimiento de reducción puede ser más alto aún, por ejemplo 20 ó 30dB. Esto respectivamente equivale a 1 watts y a 0,1 watts. Cada 10dB de atenuación debemos correr la coma una posición en la potencia del equipo.
Atenuadores resistivos
Existen atenuadores resistivos que se intercalan entre la salida del equipo y la caja de parlantes para reducir la potencia entregada al parlante. En atenuaciones de 10 dB se afecta notablemente al tono. Pensemos que en un equipo de 100 watts, 90 watts se disipan en el atenuador y 10 watts llegan al parlante. Si la atenuación la llevamos a 20dB, entonces 99 watts se disipan en el atenuador y 1 watts en el parlante.
Esto trae muchas consecuencias ya que la impedancia del parlante no es igual a todas las frecuencias. Tiene variaciones muy amplias, por ejemplo un parlante de 8 ohms puede irse a 50 ohms en algunas frecuencias. Eso es lo que produce la «chupada de tono» o «tone sucking».
Pero por otro lado en algunos casos es el propio parlante el que produce ciertos armónicos por el hecho de llevarlo a sus límites mecánicos y/o magnéticos, como es el caso del Alnico Blue. En estos caso no sirve el uso de atenuadores entre equipo y parlante. Hay que atenuar después. Para esto se usan las cajas de aislación acústica.
Cajas de aislación acústica
Estas cajas son selladas y con mucho material absorbente y en su interior se instalan los parlantes y micrófonos. El efecto de ser un espacio reducido y sellado hace que la SPL se eleve desproporcionadamente lo que ahoga al parlante y a la vez pone en riesgo de superar los límites del micrófono pudiendo incluso romperlo.
Hay unas que son abiertas en un extremo para evitar esta escalada de presión, pero para lograr la atenuación llevan un largo laberinto interno para absorber la energía.
Atenuadores con simulación de respuesta del parlante
Otros atenuadores tratan de simular la respuesta del parlante usando sólo la parte del motor sin cono, con la intención de mantener la carga sobre la etapa de salida pero no producir sonido, pero no funciona igual que un parlante ya que es el propio cono lo que determina la mayor parte de la respuesta en frecuencia. Por esto es que usar un dummy load o carga resistiva pura tampoco brinda resultados del todo satisfactorios.
Entonces?
Para lograr «ese tono en vivo» en lugares chicos lo mejor es recurrir a equipos de potencia reducida. Menos de 10 watts, lo que plantea un problema para tener un clean razonable. De ahí que muchos usan dos equipos!
Si lo que queremos es grabar el sonido real de una etapa de potencia y parlantes exigidos, debemos llevar a esas partes al punto de exigencia, evitando el ahogo del parlante y el mic, y para esto lo mejor es una sala dedicada al microfoneo de las cajas.
Pero esto también tiene sus connotaciones negativas, ya que muchas veces parte de la ejecución requiere del acople parlante-cuerdas como parte de la expresión musical, por lo que el ejecutante también debe estar dentro de la sala sellada.
No hay atajos, ni soluciones mágicas. El uso de atenuadores requiere inevitablemente sacrificar algo.
(*) El autor es el reconocido fabricante amplificadores, pedales y otros productos “Jake Amps”.
Fuente: https://www.noujautronica.com.ar/blog/author/Eric-Jacobs
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